lunes, 19 de diciembre de 2011

LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN.

Introducción

En el periodo comprendido entre la muerte de Carlos III en 1788 y la de Fernando VII en 1823 España se debatió entre dos tendencias opuestas:

Por un lado los intentos de implantar la revolución liberal, lo que exigía una monarquía parlamentaria y constitucional, y por otro lado, la resistencia y oposición del Absolutismo a tales pretensiones. Fue, por tanto, una época de transición, marcada por la Revolución Francesa en 1789.

El reinado de Carlos IV, se desenvolvió entre la hostilidad a la Francia revolucionaría y la sumisión a la Francia napoleónica.

La Guerra de Independencia con la labor legisladora de las cortes de Cádiz ofreció la oportunidad de poner en marcha la revolución liberal burguesa, que se vio truncada al final de la guerra con el retorno de Fernando VII y el restablecimiento del Absolutismo. Un nuevo intento se llevó a cabo entre 1820 y 1823, en que la revolución de Riego, obligó al rey a someterse a un marco constitucional. No obstante, el intento fue nuevamente frustrado. Entre tanto, España perdió la mayor parte de su imperio colonial.




LA CRISIS DE 1808. LA GUERRA DE INDEPENDENCIA.

Carlos IV sube al trono en 1788, (cuando muere su padre Carlos III) y su reinado estuvo marcado por los acontecimientos exteriores.

Es política interior se sucedieron varios ministros ilustrados intentando hacer frente a la deuda del Estado y al colapso de la Hacienda Real. En 1798 se produce una desamortización de los bienes de la Iglesia, que afectó sobre todo a la compañía de Jesús (Jesuitas).

El ministro más importante del reinado fue Manuel Godoy, nunca aceptado por el heredero de la corona y se formó un partido Fernandino en apoyo del Príncipe de Asturias.

En 1807 se firma con Napoleón el tratado de Fontainebleau, que permitía la entrada de tropas francesas en España para invadir Portugal. Las tropas crean campamentos permanentes y el rey y Godoy, comienzan a desconfiar de los franceses y se trasladan a Aranjuez, con la idea de partir hacia las posesiones americanas. El 17 de Marzo de 1808, los partidarios de Fernando provocaron el motín de Aranjuez, y Carlos IV abdica en su hijo que toma el nombre de Fernando VII.

Ante estos hechos, Napoleón abandona la idea de invadir Portugal y decide convertir España en un país satélite. Para ello, finge ayudar con su mediación a resolver la profunda discordia en el seno de la familia real y los convoca por separado a Bayona. Allí bajo amenazas, Fernando devuelve la Corona a su padre, y éste la entrega a Napoleón, que la cede a su hermano José, que reinará en España como José I. Estas son las llamadas abdicaciones de Bayona con las que culmina la crisis de 1808.

La Guerra de Independencia.

La Guerra de la Independencia y la evolución política son procesos paralelos.
La guerra comienza con los sucesos del 2 y 3 de Mayo de 1808, cuando las tropas francesas, se enfrentan al pueblo de Madrid que intentaba impedir la salida de España de los últimos miembros de la familia real.

La revolución se extiende a todo el país, y podemos distinguir en ella tres fases:

1. Los franceses dominan el territorio hasta la derrota de Bailén, y entonces retroceden. Al pasar por Madrid José I, se une a ellos y tiempo después pasan los Pirineos.

2. Napoleón vuelve al frente de su ejército y recupera todo el territorio. José I, retorna a Madrid y empieza a gobernar con el Estatuto de Bayona. Una vez organizado el Estado, Napoleón deja el país para seguir su campaña europea. Las guerrillas que efectúan contra los franceses, una guerra de desgaste, las tropas inglesas, portuguesas y españolas, van imponiéndose poco a poco, generalmente actuando por sorpresa.

3. Napoleón va a favorecer está situación, retirando en 1812 parte de sus tropas en España, para reforzar el frente ruso. Por bando español, se otorga el mando de todas las tropas a Welington, que derrotará definitivamente a los franceses en el verano de 1813 en las batallas de Vitoria y San Marcial. Las tropas francesas, terminan de abandonar el país en Enero de 1814. Napoleón y Fernando VII firman un tratado de paz y de amistad.

La Guerra de Independencia fue también una guerra civil, el gobierno de José I fue apoyado por liberales que le consideraban un rey legítimo y a los que se conocían como los afrancesados. Tanto el rey como sus partidarios abandonarán el país, tras la derrota de Napoleón.





LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

La revolución política fue un proceso paralelo a la Guerra de Independencia.

Tras los hechos del 2 y 3 de Mayo de 1808 y ante la pasividad de las autoridades, se crean las Juntas Provinciales, que declaran la guerra a Francia. Posteriormente se unifican en la Junta Central que pactará con Gran Bretaña para derrotar a Napoleón. La Junta Central será sustituida más tarde por la Regencia que convocará las Cortes en Cádiz. Estas Cortes aprobarán la primera constitución liberal española en 1812.

Entre los diputados a Cortes se configuraron tres grandes corrientes de opinión:

1. Primero los absolutistas que pensaban que las Cortes deberían reducirse a recopilar las leyes ya existentes.

2. El segundo grupo defendía la revitalización de las viejas Cortes estamentales pero con un concepto de soberanía compartido entre las Cortes y el rey.

3. Por último, los liberales que defendían el protagonismo de la nación como el único sujeto de la soberanía.

La constitución de 1812.

Supuso el comienzo de la historia constitucional y del liberalismo en España. En ella se pretendió compaginar las antiguas leyes con las nuevas ideas constitucionalistas, con el fin de reconstruir el Estado, que había quedado destruido por la invasión napoleónica.

La convocatoria a Cortes el 24 de Septiembre de 1810 constituye la base para el trabajo legislativo posterior.

La Revolución Francesa inspiró el traslado de la titularidad del poder de la persona física del rey a la soberanía de la Nación, al mismo tiempo que se proclamaba la división de poderes:

• El legislativo, por el que se establecen las leyes y que lo ejercían las Cortes con el rey.

• El ejecutivo, por el que se aplican y que lo ejercía el rey, a través de los secretarios de Estado.

• El judicial, por el que se controla la aplicación de la ley, que lo ejercían los tribunales en nombre del monarca.



Esta formulación de Montesquieu, buscaba construir un sistema que pudiera evitar el abuso de poder.

En el documento se destaca que la religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica apostólica y romana, y prohibía el ejercicio de cualquier otra.

Otro elemento de la Constitución viene dado por lo que se denomina modelo de representación, pasándose del sistema estamental del antiguo régimen, a la figura del diputado elegido por sufragio masculino de aquellos que tuvieron propiedades en unas Cortes monocamerales.

A diferencia de las declaraciones de Estados Unidos y Francia, no se hacen explícitos los derechos del ciudadano, derivados de la soberanía nacional, aunque si proclama que esta soberanía está formada por los ciudadanos de ambos hemisferios.

La Constitución fue proclamada el día 19 de Marzo de 1812 y se convirtió en un referente básico en la historia del liberalismo constitucional, tanto en Europa como en América latina.

PABLO RUIZ

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