viernes, 23 de diciembre de 2011

El Marqués de Auñon.

Melchor de Herrera y ribera fue el Marqués de Auñón y Tesorero General de la Monarquía.
Las acciones de Melchor de Herrera como banquero de la Monarquía Hispánica fueron pródigos negocios suscritos merced a una licencia concedida por Felipe II para soslayar su condición de tesorero real.
Cabe aludir, además, al importante convenio que acordó con la Corona el 14 de julio de 1568, al poco de recibir el nombramiento de receptor general del Subsidio y pagador de las galeras, pues muestra patentemente su duplicidad de actividades como oficial real y hombre de negocios con objetivos particulares. Entre 1569 y 1574se comprometió Melchor de Herrera a proporcionar por adelantado, en pagos bimestrales, los 350.000 ducados anuales que importaba el Subsidio, y a cambio de regularizar con esa suma el flujo de ingresos para las galeras, con lo que obtenía 21.000 ducados al año en concepto de intereses por anticipo y 200.000 maravedíes más por la cobranza.
Destaca también la contribución de Herrera como banquero desde 1569, tanto cuando se destinaban fondos hacia mantenimiento del esfuerzo bélico en el Mediterráneo, como en la emisión de letras de cambio dirigidas a los Países Bajos.
No obstante, la ambición de este personaje no se limitaba únicamente a perseguir la opulencia, sino que así mismo se manifestó en una búsqueda incesante de promoción social a través del honor que emanaba de un título nobiliario. A estos efectos debían parecerle poco satisfactorias su regiduría en Madrid en condición de Alférez mayor de la Villa y Corte y la Alcaldía de la Fortaleza de Ronda, adquiridas en 1567, y mediante una fórmula legal bastante común obtuvo el marquesado de Oria, radicado en el reino de Nápoles: el titular, Rudy Gómez, a cambio de una compensación saldada de forma privada, accedía a revertir a la Corona la villa y tierra de Oria para que inmediatamente después Felipe II la otorgara a Melchor de Herrera el título de Marqués de Auñón, el 31 de octubre de 1569.

martes, 20 de diciembre de 2011

LA SOCIEDAD ESTAMENTAL EN EL ANTIGUO RÉGIMEN.

La sociedad era jurídicamente desigualitaria y estaba formada por dos estamentos privilegiados (clero y nobleza) y por dos estamentos no privilegiados (pueblo llano y tercer estado).
Pertenecían al estamento privilegiado los sirvientes de Dios (el clero) y los nobles que no tenían libertad de elección (cargo heredado), no pagaban impuestos obligatoriamente, pero sí de forma indirecta. El 1,5% de la población era privilegiada, un 3% de los hombres y un 1,5% de las mujeres. Acaparaban la mayoría de los bienes y precisaban de muchas necesidades. Tenían una jurisdicción propia.
El clero estaba compuesto por el episcopado, los cabildos catedralicios, el obispado y los curas párrocos y capellanes.
El episcopado es nombrado por el Estado indirectamente a partir de los monarcas, será un cargo de elección universal con Carlos V.
Los cabildos catedralicios eran las instituciones con un mayor poder en la Edad Media y que en la Edad Moderna se encarga de gobernar la catedral.
El obispado estaba compuesto por nobles intelectuales que tenían afinidad con los monarcas. El clero se forma intelectualmente a partir del seminario con el conflicto de Trento en cada diócesis a partir del siglo XVII.
El clero tiene relaciones con los fieles y adopta una actitud ante la sociedad y la política de comodidad en el Antiguo Régimen. En el clero regular destaca la Orden de los Jesuitas en el siglo XVI.
La nobleza participaba tradicionalmente del poder ejercido por el rey cuya autoridad era considerada de carácter sagrado por venir de Dios. Los nobles eran considerados también como seres extraordinarios.
En Europa la nobleza conoció su máximo apogeo en la Edad Media con el Feudalismo. La posesión de grandes tierras otorgadas por el monarca les permitió desempeñar funciones de tipo militar y administrativo.
Pertenecían al estamento no privilegiado los agricultores, los artesanos y la burguesía.
Los agricultores eran desde labradores ricos hasta ricos propietarios o arrendatarios que podían cultivar para los mercados. El agricultor más pobre era el jornalero.
Los artesanos eran agremiados y proletarios, tenían mayor importancia los gremios urbanos. El apogeo de los gremios se da en el siglo XVIII, el cual desaparece en el siglo XIX.
La burguesía se dedicaba a actividades no agrarias y de recursos económicos saneados así como de modificar el trabajo personal.

lunes, 19 de diciembre de 2011

LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN.

Introducción

En el periodo comprendido entre la muerte de Carlos III en 1788 y la de Fernando VII en 1823 España se debatió entre dos tendencias opuestas:

Por un lado los intentos de implantar la revolución liberal, lo que exigía una monarquía parlamentaria y constitucional, y por otro lado, la resistencia y oposición del Absolutismo a tales pretensiones. Fue, por tanto, una época de transición, marcada por la Revolución Francesa en 1789.

El reinado de Carlos IV, se desenvolvió entre la hostilidad a la Francia revolucionaría y la sumisión a la Francia napoleónica.

La Guerra de Independencia con la labor legisladora de las cortes de Cádiz ofreció la oportunidad de poner en marcha la revolución liberal burguesa, que se vio truncada al final de la guerra con el retorno de Fernando VII y el restablecimiento del Absolutismo. Un nuevo intento se llevó a cabo entre 1820 y 1823, en que la revolución de Riego, obligó al rey a someterse a un marco constitucional. No obstante, el intento fue nuevamente frustrado. Entre tanto, España perdió la mayor parte de su imperio colonial.




LA CRISIS DE 1808. LA GUERRA DE INDEPENDENCIA.

Carlos IV sube al trono en 1788, (cuando muere su padre Carlos III) y su reinado estuvo marcado por los acontecimientos exteriores.

Es política interior se sucedieron varios ministros ilustrados intentando hacer frente a la deuda del Estado y al colapso de la Hacienda Real. En 1798 se produce una desamortización de los bienes de la Iglesia, que afectó sobre todo a la compañía de Jesús (Jesuitas).

El ministro más importante del reinado fue Manuel Godoy, nunca aceptado por el heredero de la corona y se formó un partido Fernandino en apoyo del Príncipe de Asturias.

En 1807 se firma con Napoleón el tratado de Fontainebleau, que permitía la entrada de tropas francesas en España para invadir Portugal. Las tropas crean campamentos permanentes y el rey y Godoy, comienzan a desconfiar de los franceses y se trasladan a Aranjuez, con la idea de partir hacia las posesiones americanas. El 17 de Marzo de 1808, los partidarios de Fernando provocaron el motín de Aranjuez, y Carlos IV abdica en su hijo que toma el nombre de Fernando VII.

Ante estos hechos, Napoleón abandona la idea de invadir Portugal y decide convertir España en un país satélite. Para ello, finge ayudar con su mediación a resolver la profunda discordia en el seno de la familia real y los convoca por separado a Bayona. Allí bajo amenazas, Fernando devuelve la Corona a su padre, y éste la entrega a Napoleón, que la cede a su hermano José, que reinará en España como José I. Estas son las llamadas abdicaciones de Bayona con las que culmina la crisis de 1808.

La Guerra de Independencia.

La Guerra de la Independencia y la evolución política son procesos paralelos.
La guerra comienza con los sucesos del 2 y 3 de Mayo de 1808, cuando las tropas francesas, se enfrentan al pueblo de Madrid que intentaba impedir la salida de España de los últimos miembros de la familia real.

La revolución se extiende a todo el país, y podemos distinguir en ella tres fases:

1. Los franceses dominan el territorio hasta la derrota de Bailén, y entonces retroceden. Al pasar por Madrid José I, se une a ellos y tiempo después pasan los Pirineos.

2. Napoleón vuelve al frente de su ejército y recupera todo el territorio. José I, retorna a Madrid y empieza a gobernar con el Estatuto de Bayona. Una vez organizado el Estado, Napoleón deja el país para seguir su campaña europea. Las guerrillas que efectúan contra los franceses, una guerra de desgaste, las tropas inglesas, portuguesas y españolas, van imponiéndose poco a poco, generalmente actuando por sorpresa.

3. Napoleón va a favorecer está situación, retirando en 1812 parte de sus tropas en España, para reforzar el frente ruso. Por bando español, se otorga el mando de todas las tropas a Welington, que derrotará definitivamente a los franceses en el verano de 1813 en las batallas de Vitoria y San Marcial. Las tropas francesas, terminan de abandonar el país en Enero de 1814. Napoleón y Fernando VII firman un tratado de paz y de amistad.

La Guerra de Independencia fue también una guerra civil, el gobierno de José I fue apoyado por liberales que le consideraban un rey legítimo y a los que se conocían como los afrancesados. Tanto el rey como sus partidarios abandonarán el país, tras la derrota de Napoleón.





LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

La revolución política fue un proceso paralelo a la Guerra de Independencia.

Tras los hechos del 2 y 3 de Mayo de 1808 y ante la pasividad de las autoridades, se crean las Juntas Provinciales, que declaran la guerra a Francia. Posteriormente se unifican en la Junta Central que pactará con Gran Bretaña para derrotar a Napoleón. La Junta Central será sustituida más tarde por la Regencia que convocará las Cortes en Cádiz. Estas Cortes aprobarán la primera constitución liberal española en 1812.

Entre los diputados a Cortes se configuraron tres grandes corrientes de opinión:

1. Primero los absolutistas que pensaban que las Cortes deberían reducirse a recopilar las leyes ya existentes.

2. El segundo grupo defendía la revitalización de las viejas Cortes estamentales pero con un concepto de soberanía compartido entre las Cortes y el rey.

3. Por último, los liberales que defendían el protagonismo de la nación como el único sujeto de la soberanía.

La constitución de 1812.

Supuso el comienzo de la historia constitucional y del liberalismo en España. En ella se pretendió compaginar las antiguas leyes con las nuevas ideas constitucionalistas, con el fin de reconstruir el Estado, que había quedado destruido por la invasión napoleónica.

La convocatoria a Cortes el 24 de Septiembre de 1810 constituye la base para el trabajo legislativo posterior.

La Revolución Francesa inspiró el traslado de la titularidad del poder de la persona física del rey a la soberanía de la Nación, al mismo tiempo que se proclamaba la división de poderes:

• El legislativo, por el que se establecen las leyes y que lo ejercían las Cortes con el rey.

• El ejecutivo, por el que se aplican y que lo ejercía el rey, a través de los secretarios de Estado.

• El judicial, por el que se controla la aplicación de la ley, que lo ejercían los tribunales en nombre del monarca.



Esta formulación de Montesquieu, buscaba construir un sistema que pudiera evitar el abuso de poder.

En el documento se destaca que la religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica apostólica y romana, y prohibía el ejercicio de cualquier otra.

Otro elemento de la Constitución viene dado por lo que se denomina modelo de representación, pasándose del sistema estamental del antiguo régimen, a la figura del diputado elegido por sufragio masculino de aquellos que tuvieron propiedades en unas Cortes monocamerales.

A diferencia de las declaraciones de Estados Unidos y Francia, no se hacen explícitos los derechos del ciudadano, derivados de la soberanía nacional, aunque si proclama que esta soberanía está formada por los ciudadanos de ambos hemisferios.

La Constitución fue proclamada el día 19 de Marzo de 1812 y se convirtió en un referente básico en la historia del liberalismo constitucional, tanto en Europa como en América latina.

PABLO RUIZ

sábado, 17 de diciembre de 2011

Dinámica internacional a principios del siglo XX.

Europa había terminado el siglo XIX en clara ascensión.
El colonialismo sobre territorios nuevos (Asia, Oceanía y, sobre todo África) se realizó gracias al avance en cartografía y a los llamados "expedicionarios" o "aventureros" de algunos estados fuertemente asentados que llegaron a territorios hasta ese momento desconocidos. Unos por su inaccesibilidad (el corazón de África) y otros por su lejanía. (las islas de Oceanía) Esto, lógicamente, dotó de materias primas a la metrópoli, que empezó a desarrollar un comercio colonial parecido al Imperio Español de principios de la edad moderna: las colonias proporcionaban materias primas a la metrópoli a poco precio y la metrópoli las transformaba gracias a su industria desarrollada vendiéndoselas a las colonias a precios bastante superiores. Por tanto, se puede decir que las grandes potencias europeas habían encontrado nuevos mercados en los que vender sus productos.

Esta clara ascensión se debe también a la llegada de la llamada Segunda Revolución Industrial. Trae consigo la creación de la industria automovilística, eléctrica, química, pero, lo más llamativo, es que la llevan a cabo un mayor número de países como el recién nacido el Imperio Japonés (Meiji), Alemania (recién unificada), Países Bajos, EEUU, Rusia, etc...

Sin embargo, todo esto conlleva una serie de grandes problemas, diferentes de los que se habían surgido a lo largo de la historia:

- El imperialismo había reavivado el interés de los estados de hacerse con territorios. La conferencia de Berlín de 1885 sirvió para repartirse los territorios africanos entre las potencias europeas.

- Los primeros estados industriales veían como otros estados se sumaban a la carrera industrial, por lo que sus productos ya no serían competitivos en el mercado internacional.

- Las condiciones de las nuevas industrias no eran las mejores ni mucho menos para los trabajadores. Las fábricas tenían una higiene escasa, los trabajadores trabajaban muchas horas a la semana por poco dinero, no había límite de edad... Dado que las fábricas se encontraban en las ciudades, se produjo un importante éxodo rural. Los trabajadores vieron como el centro de las ciudades estaba ocupado por la burguesía, (que se había ganado un status tras la Revolución Francesa y las Revoluciones burguesas del 20, 30 y 48), por lo que se asentaron en las afueras de forma desordenada, descontrolada, apiñando casas sin control alguno. Todo este panorama hará que aparezcan los sindicatos para proteger los intereses de los trabajadores (CNT) y partidos políticos. (PSOE, 1879)

- Viejas disputas en el corazón del continente europeo entre Francia y Alemania crearon un sentimiento de revancha en el bando francés tras la batalla de Sedan en la que los alemanes impusieron las llamadas "reparaciones de guerra", que consistía en que los perdedores pagaban los gastos de la guerra. También Alemania se hizo con los territorios de Alsacia y Lorena. He aquí dos de las razones que llevarán a Francia a realizar un tratado tan revanchista como el de Versalles en 1918.

Todo esto se traduce en un conflicto inminente con visos diferentes que todos los anteriores. La Segunda Revolución Industrial no había hecho más que favorecer el alumbramiento de armas más mortíferas; (las llamadas armas químicas) el imperialismo proporcionaba más territorios para poder combatir en ellos en una hipotética batalla; los nacionalismos que se habían llevado a cabo durante el siglo propagaron un patriotismo ignífugo que hicieron a la población “detestar” a otros estados y a proclamar la grandeza de su historia.

Por tanto, los estados empezaron a hacer alianzas ante un conflicto inminente. Austria-Hungría y Alemania simpatizaron rápido, dadas las similitudes culturales y léxicas. Posteriormente se uniría el Imperio Otomano. Por el otro lado, el bando aliado lo compondría Rusia, enfrentada a Austria-Hungría en los Balcanes; Francia, íntima enemiga de Alemania y, posteriormente, Gran Bretaña ya a finales de 1914 con gran parte de la población en contra y el consentimiento de Asquith, presidente de la coalición liberal-conservadora de la cámara de los comunes del Reino Unido.

También, como no, hay razones geográficas que explican un conflicto inminente:

- La debilidad del Imperio Otomano, que se iba desmonorando poco a poco, hizo que Austria-Hungría y Rusia pusieran sus miras en conquistar los Balcanes, que era un territorio estratégicamente muy importante dada su salida al mar mediterráneo. He aquí una de las primeras tensiones de principios de siglo.

- El apetito colonial de Alemania y la rivalidad con Francia hizo que pusiera su objetivo sobre Marruecos. Éstos animaron a la población marroquí a levantarse contra la dirección francesa.

Existen al igual razones morales:

- Rusia se había sentido humillada ya que perdió la batalla ruso-japonesa contra Japón en 1905 de manera estrepitosa. En ese momento se produjo una revolución en 1905 que acabaría con una gran represión en Petrogrado. El zar, para recuperar su honor, fijó su interés en los Balcanes.

Por tanto, sólo faltaba el casus belli que encendiera la llama del conflicto. Es en junio de 1914, concretamente el 28, cuando un exaltado nacionalista bosnio asesina al Archiduque Franz Ferdinand y a su esposa, pero ese es otro capítulo de la historia contemporánea.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Romanización de Hispania

Proceso de asimilación cultural, social, política y económica romanas por parte de los pueblos de la Península. Hacia el 237 a.C. Los cartagineses ya se habían instalado en la Península. Anibal Barca será derrotado por el romano Escipión y a partir de ahí comienzan a conquistar Hispania. Al principio la dividen en 2 partes: interior y exterior; hacia el siglo III en 3 partes: Tarraconense, Lusitana y Bética; y hacia el siglo V en 5 partes: Tarraconense, Lusitana, Bética, Cartaginense y Galleica.
Al principio la estructura social fué: romanos (en lo más alto), jefes de los pueblos, ciudadanos y esclavos. Caracalla permitió a los demás pueblos ser ciudadanos romanos. A pesar de todo, nos aportaron el latín, el derecho romano, el cristianismo y obras púbicas como las vías y el Arco de Tarragona.
A partir del siglo III el imperio romano decae, caen sus fronteras y se divide. Hacia el 409 comienzan las invasiones bárbaras en la Península (suevos, vándalos y alanos). Los romanos tuvieron que pedir ayuda a otro pueblo bárbaro, los visigodos, que en el 416 fundan Tolosa. En el 507 los francos empujan hacia el Sur a los visigodos, y éstos a su vez a vándalos y alanos. A partir de ahí se formará el reino visigodo de Toledo, que será un pueblo germano, romanizado y de religión arriana.
En el 585 el rey Leovigildo conquista Sucessor (territorio de los suevos) y Recaredo somete a sus súbditos en el III Concilio de Toledo y consigue el apoyo de la iglesia católica.
Al principio, los visigodos estuvieron organizados como una monarquía electiva y una asamblea de hombres libres. El rey gobernaba con la ayuda del "Officium Palatinum" formado por el Aula Regia o consejo del rey y los Concilios de Toledo, que colaboraron con los reyes en tareas legislativas y asuntos de gobierno. Esta monarquía fué débil, por lo que fueron conquistados mas tarde por los musulmanes.

lunes, 12 de diciembre de 2011

La España del siglo XVII

La crisis de 1640.

En 1640 durante el reinado de Felipe IV se dieron dos hechos relevante:

  • La rebelión de Cataluña.

  • Rebelión e independencia de Portugal.


Rebelión de Cataluña (1640-1652)

Hubo enfrentamientos entre campesinos y los soldados castellanos e italianos destinados en el frente catalán con motivo de la guerra contra Francia. La rebelión se extendió a la ciudad de Barcelona, donde un grupo de rebeldes iniciaron un gran motín y asesinaron al virrey en la festividad del Corpus Christi (Corpus de Sangre).


En realidad fue una revuelta anticentralista que empujó a los catalanes a pedir ayuda al rey francés Luis XIII al que nombraron conde de Barcelona.


Sin embargo la crisis económica unida a un nuevo brote de peste y a la opresión francesa que resultó peor que las castellana provocaron el agotamiento de los catalanes que se rindieron en 1652 a Felipe IV con la condición de que se respetaran sus fueros.


Rebelión e independencia de Portugal (1640-1668)

La rebelión portuguesa tuvo desde el principio un marcado carácter anticastellano e independentista que condujo a la proclamación del duque de Braganza como rey con el nombre de Juan IV. Dicha rebelión sorprendió a Felipe IV y a su valido Olivares que incapaces de atender simultáneamente dos frentes, optaron por concentrar sus esfuerzos en Cataluña.


La nueva monarquía portuguesa se consolidó con la ayuda de Francia e Inglaterra, y España tuvo que reconocer finalmente su independencia en 1668, ya en el reinado de Carlos II.


El ocaso del imperio español en Europa

Los monarcas del siglo XVII, Felipe III, Felipe IV y Carlos II delegaron sus finciones de gobierno en manos de validos que encaminaron a la monarquía hacia una pérdida de poder y un desprestigio creciente.


En política exterior, si el siglo SVI había representado para la Monarquía Hispánica su momento máximo de poder y hegemonía en el mundo, por lo contrario a lo largo del siglo SVII y sobre todo tras la Guerra de los 30 años, España queda relegada a un segundo plano en el escenario internacional, mientras Francia pasaba a ser la nueva potencia europea. La Monarquía Hispánica pasó del esplendor de un inmenso imperio colonial a una situación de decadencia y ruina que escandalizó a los propios españoles de la época.


En el reinado de Felipe III se interrumpió la tendencia bélica del siglo anterior y la Monarquía Española vivió un período de paz.

En reinado de Felipe IV se desenvolvió en un escenario de guerra permanente.


Dentro de la Guerra de los 30 años la firma de paz de Westfalia tuvo para España dos consecuencias importantes; por un lado el reconocimiento de la independencia definitiva de las Provincias Unidas en Holanda; y por otro, la pérdida de hegemonía en Europa.


España continuó su guerra en solitario contra Francia hasta la paz de los Pirineos que confirmó el declive de la Monarquía Hispánica y la confirmación de Francia como nueva potencia europea.


Carlos II se casó dos veces pero no tuvo descendencia y poco antes de morir nombró heredero a Felipe de Anjou con la intención de asegurar a la Monarquía española el apoyo de Francia. Con Carlos II se extingue en España la dinastía de los Austrias.


Evolución económica y social


El siglo XVII estuvo marcado por un descenso poblacional a causa de las epidemias, la expulsión de los moriscos, la emigración a América y el efecto de las guerras.


El impacto negativo de todos estos factores fue desigual en el territorio.


El estilo de vida nobiliario influyó en toda la sociedad. Los sectores acomodados fundaron mayorazgos para consolidar sus patrimonios, que convirtieron a sus descendientes en rentistas.


Esto provocó que, en el siglo XVII se implantase un sentimiento de desprecio hacia las actividades comerciales, artesanales y manufactureras.


Esa fascinación por la nobleza propició la venta de cargos y títulos. La aristocracia tenía la imperiosa necesidad de obtener recursos para mantener su estilo de vida y prestigio social. La burguesía vinculaba la ostentación de un título nobiliario como máximo reflejo de su éxito personal y económico.


Desde el siglo XVI se estableció un sistema de valores y estilos de vida en el que los

certificados de limpieza de sangre fueron determinantes. Esta condición fue una obsesión entre los pudientes de la época, que no hizo sino desprestigiar aún más los oficios manuales y el comercio, actividades vinculadas tradicionalmente a judíos y moriscos.


La crisis demográfica se unió al desorden monetario.


La crisis provocó el empeoramiento de las condiciones de vida de los pecheros.


El comercio se vio prácticamente paralizado, tanto el interior, como el americano.


No obstante a mediados del siglo XVII comenzaron los primeros avances hacia la recuperación económica:

  • En agricultura, la introducción de nuevos cultivos contribuyeron a incrementar la productividad.

  • La artesanía se vio favorecida por medidas proteccionistas.

  • El comercio también se recuperó progresivamente.


Al finalizar el siglo, los síntomas de recuperación se apuntaban en el horizonte.

Pablo Ruiz Camacho

Inicios del "capitalismo" en la monarquía hispánica.

Para comenzar, es conveniente analizar las características del sector primario en la monarquía habsbúrgica española, que paradójicamente son las mismas que en Europa. Tenían una agricultura de subsistencia que mezclaba secano y regadío, (zonas del sur de la península) predominaba el monocultivo de cereal en la meseta norte, tradición que se extiende hasta nuestros días, su producción no es equivalente a la ganadera, hay pocas mejores técnicas (las últimas tuvieron lugar con la llegada de los árabes: regadío) y hay una privatización parcial de la propiedad, que se explica por el crecimiento burgués.

En cuanto a su evolución, podemos distinguir tres fases bien diferenciadas:

· s.XVI. En ella podemos observar una agricultura mejorada: aumenta la producción pero no la productividad y la inversión en mejorar las técnicas es escasa, por lo que el rendimiento que se saca a la tierra no es completo. Esto se relaciona con la ley de rendimientos decrecientes, en la que se argumenta que cualquier empresa (en este caso un terrateniente) que no haga cambios en su tecnología (forma de producir) verán como sus beneficios se limitarán o incluso desaparecerán y tendrán pérdidas. La ganadería, por su parte, cuenta con el favor de los primeros Austrias que darán privilegios a la Mesta.

· s.XVII. Este es un siglo de crisis total: hambruna, guerras religiosas en Francia y Flandes hace que se rompa el eje lana-trigo. También hay una gran inflación y existe autoabastecimiento de América.

· s. XVIII. Es un siglo de recuperación, sobre todo en la primera parte, aunque no se atisban cambios en las condiciones de producción. Existe algún indicio de modernización en las regiones periféricas en cuanto al cultivo de la llamada trilogía mediterránea (vid, olivo…)

Por otro lado, en cuando a las formas de organización industrial, podemos diferenciar tres: gremios, que son asociaciones de artesanos que se dedican al mismo oficio (panadero por ejemplo) y se caracterizan por tener una jerarquía (maestro, oficial, peones) y ser rígido. Otra sería el trabajo a domicilio con influencia del libre mercado y las primeras fábricas (muy rudimentarias)

En cuanto a como evolucionan las formas de organización industrial, podemos diferenciar tres momentos:

·s. XVI. Se caracteriza por ser una época de crecimiento económico, concretamente en el sector manufacturero. Hagamos un análisis por sectores.

- Industria textil. Es la actividad más importante en Europa y se diferencian dos industrias: la pañera, de gran inversión y de miras nacionales en la que prima la cantidad a la calidad y la sedera, que fabrica productos de lujo.

- Minería. La más importante es la de hierro, aunque la península no tiene gran cantidad (incursión romana). Felipe II regulará las actividades con la llamada “Ley de minas” en 1584.

- Siderurgia. Escasa calidad comparado con las grandes potencias europeas. De ámbito local principalmente. (Inglaterra)

- Industrial naval. Hay un gran problema: los barcos son de gran tonelaje y poco maniobrables en comparación con Europa. Gran tradición de atarazanas, Valencia, Barcelona…

· s.XVII. Se produce una caída de los niveles de producción por: caída demográfica, rentismo y la política fiscal.

· s. XVIII. Se aumenta y diversifica la producción industrial, por lo que se frena la desindustrialización .Tendrá el apoyo de la Corona en la industria militar y en productos de alto valor añadido. (sedas)

Si hablamos de los mercaderes y los mercados, es importante añadir que existían cuatro fachadas comerciales: Aragón, Alicante-Murcia, Andalucía y norte de España. Los productos que se exportaban eran: lana, sal, aceite (se mantiene en la actualidad) y seda. Por otra parte los productos que se importaban eran las telas (de Flandes), el papel y el trigo. La evolución pasa por tres etapas, como las variables anteriores. En el siglo XVI la importancia la tienen los mercaderes. (Burgos) En el siglo XVII se produce el declive el comercio internacional motivado por “la crisis de la burguesía”, la quiebra de la demografía y la agricultura, la ruralización de Castilla, las guerras (sobre todo con Francia) y el peso de la fiscalidad. Por último en el siglo XVIII se produce una recuperación en especial en la fachada mediterránea (Barcelona) ya que se vuelven a tener posesiones en Italia, por lo que se abren nuevos mercados.

Por último, es interesante analizar el comportamiento de los precios en la Edad Moderna en la monarquía hispánica, ya que han tenido muchos cambios. En el siglo XVI se pasa a un período más parecido al capitalista y, con ello, los precios tienden a subir. La subida de los precios se conoce como inflación. Esta época es muy inflacionista, aunque aquí se creía que la inflación era buena. En cuanto a la relación de los precios con la llegada de oro y plata de América, podemos distinguir dos etapas:

- De 1450 a 1520 – El oro es el mineral por excelencia y entra en gran cantidad (700-1000kg anuales)

- De 1530 a 1660 – En este tiempo la plata gana la partida al oro convirtiéndose en el mayor producto circulante, por lo que el oro tiende a encarecerse. Hoy por hoy tiende a creerse que el oro es muy valioso y poca gente entiende por qué el Imperio Español se derrumbó con la cantidad de oro y plata que ganaba en América. La respuesta es muy simple: la monarquía hispánica tenía que pagar todas las guerras y, a veces, se endeudaba con los banqueros, por lo que cuando se quedaba sin liquidez, los pagaba con oro directamente. Por tanto, los grandes beneficiados de esta situación eran los mercaderes y banqueros. Muchos historiadores creen que la verdadera metrópoli de América era Europa Occidental y veían a la monarquía hispánica como el centro recibidor de oro.

La evolución de los precios, como ya he dicho, es constante y se diferencian varias etapas:

- De 1490 a 1530: HERMOSO SIGLO XVI. He aquí un progreso técnico, una inflación todavía soportable y apertura a nuevos mercados europeos gracias a las herencias que recibe Carlos I.

- De 1530 a 1570: APOGEO AMENAZADOR. Es una época de crisis latente: alza de precios y fiscalidad y bajada de salarios, por lo tanto crisis de subsistencia. Sin embargo, hay un desarrollo comercial y también en la actividad industrial.

- De 1570 a 1600 hay una inflación desorbitada que se ve agravada con los gastos en guerras (Francia y Flandes) y la “pequeña glaciación”.

- Por último de 1620 a 1680 existe un período de depresión, ya que se detiene el comercio transatlántico que transporta plata.

lunes, 5 de diciembre de 2011

España del siglo XVIII. Los primeros borbones

Tras la muerte de Carlos II en 1700 deja el trono a Felipe de Borbón, que es coronado en Madrid como Felipe V en 1701. A raíz de esto se crea una alianza entre las potencias europeas para contrarestar el poder de Felipe V. En España, Castilla apoya a Carlos V de Alemania.

  • En 1705, Carlos V domina Barcelona.
  • En 1707, en la batalla de Almansa, las tropas borbónicas derrotan a Carlos.
  • En 1710 Carlos ocupa Madrid, pero es derrotado en la batalla de Villaviciosa y Birhuega.
En 1711 muere el emperador austriaco y Carlos es coronado emperador de Austria. En ese momento se firma la Paz de Utrech que tiene dos tratados: Felipe V renunciará a la corona francesa y cede territorios en los que Gran Bretaña recibe Menorca y Gibraltar; también el Asiento de Negros (posibilidad de llevar 4800 esclavos a América) y el Navío de permiso. Portugal recibe de España la corona de Sacramento (Uruguay). Por último, Carlos VI de Austria recibe Milán, Nápoles, Cerdeña y los Países Bajos españoles. Al no ceder Cataluña y Baleares la Guerra de Sucesión en España continuará y por los decretos de Nueva Planta; Valencia, Aragón, Mayorca y Cataluña perdieron los fueros.

Tras la Guerra de Sucesión entra en España junto con Felipe V la familia borbón:
  • Felipe V (1700-1746): durante su reinado, el gobierno estuvo en manos de extranjeros y después por el cardenal Alberoni. En su última etapa comenzarán a gobernar ministros y nobles españoles con formación jurídica como José Patiño o José Campillo, que llevaron a cabo numerosas reformas.
  • Fernando VI (1746-1759): dará un gran impulso a la labor reformista y a la política exterior a través de ministros como José Carbajal o el Marqués de la Ensenada.
  • Carlos III (1759-1788): es el rey de España tras la muerte sin hijos de su hermano por lo que debe dejar Nápoles. Será el gran representante del despotismo ilustrado en España. Al principio se ve rodeado de ministros italianos como Esquilache o Grimaldi pero pronto entran en el gobierno los ilustrados (Campomanes o Arana).
  • Carlos IV (1788-1808): hijo d eCarlos III que en un principio mantiene a Arana e icorpora a Jovellanos. Sin embargo, entrega el gobierno a alguien poco preparado llamado Godoy que entre 1792 y 1808 será el principal ejecutor de la política de la monarquía.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Secretarias de Estado.

Los Secretarios de Estado en España, entre las reformas borbónicas de Felipe V en 1714 y el final del reinado de Fernando VII, la Década Ominosa y del Antiguo Régimen en España en 1833, fueron el cargo institucional que ejercía las funciones directivas del poder ejecutivo por delegación directa y bajo la confianza del rey, quien no por ello dejaba de concentrar todos los poderes como rey absoluto. Su figura, dentro de una monarquía absoluta propia del Antiguo Régimen, era en cierta medida comparable a la que posteriormente representaría el Presidente del Consejo de Ministros (dentro de un régimen liberal en el que se introdujo la división de poderes y la limitación de los poderes regios propia de una monarquía constitucional); y, más adelante, el Presidente del Gobierno en la actual monarquía parlamentaria desde la Constitución de 1978.


En alguna ocasión, los Secretarios de Estado son mal llamados Primeros Ministros, Ministros de Estado, o Ministros Plenipotenciarios. En cualquier caso, su función es la misma y pueden considerarse continuación histórica de la labor de algunos cargos institucionales (algunas veces formales, otras informales) que venían sirviendo a la monarquía autoritaria de Trastámaras y Habsburgos desde el siglo XV: los secretarios y los validos.


Con las reformas de Felipe V, la configuración polisinodial de los Consejos decae, menos la excepción del Consejo de Castilla, y es la Secretaría de Estado y del Despacho la institución que toma mayor preeminencia en la estructura gubernativa. Primero como Secretaría del Despacho Universal, desde 1705 desdoblada en dos, y desde 1714 en cuatro, Estado, Hacienda, Justicia y una en conjunto para Guerra, Marina e Indias.


Con el nombre de Secretarías de Estado y del Despacho se designó a los altos departamentos administrativos del siglo XVIII español, herederos de las antiguas secretarías de Estado de los Austrias.

Felipe V las reorganizó para convertirlas en departamentos con competencias en los distintos sectores de la administración (1714). Las primeras secretarías fueron las siguientes: Estado, Justicia y Asuntos Eclesiásticos, Hacienda, Guerra, Marina e Indias. Al frente de cada una se situó un secretario de Estado y Despacho, nombrado por el rey, que los podía sustituir cuando lo considerase oportuno.

A lo largo del siglo XVIII, el sistema de secretarías experimentó sucesivas transformaciones. El poder y el grado de competencia de los secretarios creció en detrimento de la importancia de los consejos. Fue habitual que varias secretarías se colocaran bajo un mismo secretario, que de esta manera se convertía en el hombre fuerte del gobierno.

Durante el reinado de Carlos III se introdujo la novedad del despacho colectivo (desde 1763), especie de consejo de secretarios que se reunía semanalmente para discutir todos los asuntos. Esta medida se reforzó con la creación, por el conde de Floridablanca, de la Junta Suprema de Estado (1787), reunión institucionalizada de todos los secretarios para deliberar sobre los asuntos que superaban el ámbito de cada secretaría.

También a Floridablanca se debió la fórmula más acabada del sistema, organizado en siete secretarías: Estado, Guerra, Hacienda, Marina, Gracia y Justicia de España, Gracia y Justicia de Indias, y Guerra, Comercio y Navegación de Indias.

La organización del poder ejecutivo culminó en el siglo XIX cuando las secretarías de Estado dieron paso a los ministerios, reunidos en el Consejo de Ministros o gabinete, dirigido por un presidente del Consejo (o jefe de gobierno).

Su número varió de siete a cinco. Sin embargo durante la mayor parte del tiempo fueron cinco las secretarías. El aumento de número trajo consigo un costo demasiado grande para la hacienda real, por lo que finalmente los asuntos de Indias fueron traspasados a las secretarías tradicionales (Estado, Guerra, Gracia y Justicia y Marina).



Pablo Ruiz Camacho


La España del S.XVI.

Es difícil comprender el S XVI español sin tener en cuenta la compleja situación europea. Hay que empezar por oriente, donde se alzaba el poderoso Imperio Turco que controlaba la zona central y oriental del Mediterráneo, dominando también el litoral norte africano hasta Gibraltar. Eran más de 30 millones de personas y tenía una burocracia eficaz y un excelente funcionamiento administrativo.


Lo gobernaba en esta época Solimán II, llamado en occidente “El Magnífico”.

En centro Europa existía un variado territorio denominado Sacro Imperio Romano Germánico. Los príncipes consideraban sus estados como propiedad privada, aunque algunos intentaban unirse entre sí. Al principio del siglo presidía el imperio Maximiliano I de Austria de la dinastía de los Habsburgo.


Francia era un estado muy poderoso que rivalizaba con España por la hegemonía europea. Reinaba Francisco I.


Los Países Bajos comprendían 12 provincias, era la zona más desarrollada de Europa junto con el norte de Italia. El feudalismo había desaparecido y los ciudadanos disfrutaban de gran libertad en un clima favorable para los negocios dentro de la teoría mercantilista. El mercantilismo consideraba que la riqueza monetaria debía ser el primer objetivo de la política tanto personal como de cualquier Estado.


El imperio de Carlos V. Conflictos internos. Comunidades y Germanías.8.1.EL IMPERIO DE CARLOS V. CONFLICTOS INTERNOS. COMUNIDADES Y GERMANÍAS

Nace en Flandes en 1500, hijo de Juana I de Castilla (hija de los RRCC) y Felipe de Habsburgo (hijo de Maximiliano I de Austria, Emperador Sacro Imperio Románico Germánico y de María de Borgoña).


El poder de Carlos I fue fruto de la herencia recibida de sus abuelos:

  • Por vía materna, asumió las coronas de Castilla y Aragón, además de las posesiones de estos reinos en Italia, el Mediterráneo y América, y derechos sucesorios en los tronos inglés y portugués.

  • Como legado paterno, Carlos dominó Flandes, el Franco Condado, Charolais y Luxemburgo; además, se situó en la línea sucesoria al trono del Sacro Imperio Romano Germánico. Teniendo, así, Carlos, derechos sobre la corona imperial.


En 1516 viaja a España para hacerse cargo de las coronas de Castilla (Regente) y de Aragón (Rey). En 1517 desembarcó en Asturias procedente de Flandes. Fue recibido con recelo en Castilla, sólo habla francés, no conoce nada de sus súbditos y viaja rodeado de nobles flamencos.


Se dirigió a Alemania para presentar su candidatura en la Dieta imperial, tras el fallecimiento de su abuelo Maximilano de Habsburgo.

La regencia en España fue ocupada por el holandés Adriano de Utrecht lo que terminó de despertar recelos en:


  • En 1521 estalló la revuelta comunera, quienes reivindicaron el reconocimiento de los poderes municipales y la devolución al trono de Juana I. Fue apoyada por la nobleza debido al miedo que les provocó el riesgo de perder sus privilegios. Los comuneros fueron derrotados en Villalar y sus principales líderes, Juan Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado fueron ejecutados, reafirmando así, el absolutismo.

  • En 1521 estalló en Valencia una revuelta antiseñorial conocida como las germanías. El abandono de la ciudad por las autoridades, ante un brote de peste, provocó que los representantes de la burguesía se sublevaran; tras un inicial triunfo en Gandía en 1521 el movimiento agermanado fue derrotado por el virrey.


El fracaso de estos movimientos fortaleció el poder real, pues eliminó la capacidad de intervención municipal y consolidó la alianza entre el monarca y la nobleza.


Carlos I fue elegido emperador en 1520, con el título de Carlos V. Tuvo que hacer frente a una serie de conflictos con:


  • El mundo musulmán, se enfrentó por el control del Mediterráneo.

  • Francia, gobernada por Francisco I ocupó el Milanesado. Los franceses fueron derrotados en Pavía y Francisco I fue hecho prisionero. Una vez liberado, buscó el apoyo del papa Clemente VII, lo que provocó el saqueo de Roma. Los triunfos de las tropas imperiales propiciaron la firma de la Paz de Cambrai.

  • Solimán mantuvo victorias y derrotas.

  • Príncipes alemanes: defender la ortodoxia católica frente la tesis de Lutero.


En 1517, Lutero inició la Reforma protestante, se abrió un conflicto religioso y político en el Imperio.


Carlos V, lleno de ideas erasmistas, buscó una solución diplomática convocando sucesivas dietas en Espira o Augsburgo, o celebrando el Concilio de Trento.


Al morir Lutero y Francisco I, y luego por la intransigencia de los príncipes protestantes, Carlos V decidió actuar. Pareció resolver el conflicto, pero los protestantes siguieron resistiendo.


Finalmente, en 1556 cedió la corona imperial a su hermano Fernando y abdicó como rey peninsular en su hijo Felipe. Se retiró a Yuste, Cáceres, donde falleció en 1558.



Pablo Ruiz Camacho

martes, 22 de noviembre de 2011

El despertar de Europa

Tras la crisis sufrida por Europa al final de la Edad Media, el siglo XV fue un periodo mucho más positivo. La población empezó a aumentar, las tierras se pusieron otra vez a labrar y las rutas comerciales se ponen en marcha. El siglo XV da lugar a la llamada Edad Moderna y durará hasta en siglo XVIII.
El feudalismo estuvo presente durante toda la Edad Media y se prolongó durante unos años en la Edad Moderna. El capitalismo toma auge durante los siglos XV y XVI; es un modo de producción donde la clase capitalista (burguesía) posee el capital y los medios de producción y explota la fuerza de trabajo del obrero o proletario, desprovisto de medios de producción. El proletario solo posee la fuerza de trabajo que vende a cambio de un salario.
Con el capitalismo toman mayor fuerza las nuevas relaciones sociales de producción, que tratan de adaptarse al gran desarrollo de las nuevas fuerzas productivas. Un nuevo modo de producción, con sus propias relaciones de producción, se ha gestado y toma impulso y procura imponerse al feudalismo a lo largo del período moderno. Los factores que dan lugar al desarrollo de las fuerzas productivas son:
·          -  La conquista del mar. La necesidad de encontrar nuevas rutas para llegar a las Indias impulsó a los portugueses y españoles a buscarlas para poder continuar sus actividades comerciales. Con el descubrimiento de América en 1492 y los descubrimientos portugueses, se fortalece el comercio.
·         -   La competencia por el mercado mundial entre portugueses y españoles primeramente, y luego entre ingleses, holandeses y franceses, da lugar al saqueo de las riquezas de América y a la explotación de la fuerza de trabajo de las colonias.
·         -  La gran acumulación de capital, basada fundamentalmente en los metales preciosos saqueados en América, y en la absorción de tierras y las formas de producción artesanales en Europa, originan una masa de capital importantísima en los comienzos del capitalismo, llamada “acumulación originaria” o “primitiva del capital”, fundamental para que el capitalismo se desarrolle en las ciudades.
·          -  Los inventos y el progreso técnico alcanzado en la navegación, la utilización de la pólvora, la extracción de minerales, la imprenta, empujan la máquina económica. También el uso de la brújula tuvo gran importancia. Permitió a los españoles buscar una ruta que los comunicara con Asia navegando hacia el oeste, atravesando el océano Atlántico.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Breve historia de Felipe II

Felipe II, hijo de Carlos V e Isabel de Portugal, perteneció a la familia de los Austrias y  fué uno de los grandes reyes de España. Gobernó durante 42 largos años; desde 1556 hasta 1598, y gracias a él fuimos testigos de la máxima expansión del territorio español.
Felipe II fué un rey cristiano que defendió su religión hasta su muerte y no dudó en ningún momento en aplastar a quién se interpusiese; como hizo con la aparición del calvinismo en Francia. Por temas religiosos, hereditarios y militares acabó consiguiendo un gran imperio que describía como: "en mis dominios nunca se pone el Sol" y tenía razón ya que fué nombrado Duque de Milán, rey de Nápoles, de Inglaterra, de España, Sicilia, las Indias, de Portugal, Soberano de los Países Bajos y Conde de Borgoña.
Aún habiendo empezado con un país en bancarrota logró levantarlo y consiguió ser aclamado por el pueblo, aunque al final de su reinado acabó dejando una gran deuda que los súbditos tardarían en solventar. Su éxito conquistador acabó con el intento de conquistar Inglaterra donde creó una gran flota compuesta por hombres de varios reinos y la apodó como "la Armada Invencible", aunque de invencible tenía poco ya que fue estrepitosamente derrotada en las aguas inglesas en 1588. Además tuvo que combatir los ataques corsarios que se estaban produciendo a la Flota de Indias en la década de 1590 y la sublevación de los pueblos del sur de Francia por la reaparición del calvinismo.
Felipe II no pudo controlar la situación y en sus últimos años de vida mandó construir el Monasterio del Escorial donde fué enterrado en 1598.



martes, 8 de noviembre de 2011

Estrabón

Estrabón, fue un geógrafo e historiador griego conocido principalmente por su obra Geografía. Geografía es una obra extensa de Estrabón, compuesta en 17 volúmenes, y puede ser considerada como una enciclopedia que reúne todos los conocimientos geográficos de la época y en la que puede verse como se compone el mundo en torno a Grecia. Fue un gran viajero que, aprovechando la paz romana, recorrió casi todas las tierras de la ecúneme, llegando a Armenia en oriente, hasta Cerdeña en occidente, y desde el Mar Euxino (Mar Negro) en el norte hasta los límites de Etiopía en el sur. Recorrió el Nilo hasta Asuánen una expedición dirigida por Elio Galo, prefecto romano de Egipto. De él se conservan únicamente algunos fragmentos de su trabajo histórico, sus Memorias históricas, en 43 libros, complemento de la historia del griego Polibio. En cambio sí se recoge casi por completo su magna obra Geografica (Geografía), la cual se fecha entre los años 29a.C., en que da comienzo su periplo, hasta el año 7. Consta de 17 volúmenes de una descripción detallada del mundo tal como se conoció en la antigüedad y poseen un gran valor, sobre todo como informe, por sus propias y extensas observaciones. Interesa señalar que el tercero de ellos lo dedica a Iberia y lo que en él se dice fue recopilado de otras fuentes, sobre todo de Posidonio, ya que Estrabón nunca estuvo en la Península Ibérica. Como geógrafo descriptivo rechazó la obra de los geógrafos matemáticos como Eratóstene de Cirene o Hiparco de Cinea por su carácter puramente astronómico o cartográfico. Esto le llevó a una despreocupación por las causas físicas de los fenómenos naturales, centrándose en los aspectos humanos, la historia y los mitos para componer un retrato de las gentes y los países que estudiaba.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Un pequeño recorrido por el Califato de Córdoba.

Es imposible hacerse una idea de la época del Califato de Córdoba sin antes plantear lo ocurrido inmediatamente antes. Primero, y antes que nada, fechar el Califato: desde el año 929 con la llegada de Abderramán III al poder hasta la caída en el año 1031.

En el año 711, los musulmanes se adentran en la península con el objetivo de ayudar a Don Rodrigo. Sin embargo, dada la inestabilidad política visigoda acaecida en la península, éstos con Tariq al mando deciden invadirla. Tras la victoria en la batalla de Guadalete (711) los musulmanes avanzan rápidamente, sin mucha oposición a su paso. A mediados del s.VIII habían ocupado gran parte de la península, aunque quedaban algunos núcleos al norte. (Cordillera cantábrica y Pirineos) Para ello, utilizaron el sistema de capitulaciones, en el que los musulmanes prometían respetar las leyes y costumbres de la población a cambio de impuestos. El territorio musulmán ibérico, se constituía en una provincia del califato Omeya de Damasco. En el año 756, Abderramán III huye de Damasco, tras un ataque Abbasida y llega hasta la península proclamándose emir independiente del Califato de Bagdag. Éste tenía el poder político pero no el religioso, que lo seguía sustentando el califa de Bagdag.

Así tenemos todos los ingredientes necesarios para la formación del Califato de Códoba. Corría el año 929, y la llegada de Abderramán III al poder (nieto de Abderramán I) supone un cambio radical en la configuración musulmana de la península. Éste pasaba a tener también el poder religioso (a diferencia de los emires anteriores), por lo que Al-Ándalus se independizaba completamente del Califato abbasida. Cabe resaltar la importancia del Califato de Córdoba en esta época y, a posteriori, como uno de los territorios más esplendorosos hallados en la península. Un ejemplo, es la ciudad de Córdoba, que tenía 500000 habitantes a la altura del s.VIII y con dimensiones e importancia equiparables a Constantinopla.

· En el plano político, el califa era ayudado por los visires que, aunque es un poco incorrecto, para que os hagáis una idea era equiparable a los ministros actuales. También se ayudaba de un hachib, que se podría equiparar con las funciones de un primer ministro actual. Tras la muerte de Abderramán III, su hijo Hixam II llega al poder, pero sólo tiene 3 años, por lo que el poder cae en manos de Almanzor. Aquí se alcanzará el época de mayor esplendor del Califato, realizando campañas (aceifas) en diversos puntos controlados por los cristianos del norte (Santiago de Compostela en el año 997) y en el norte de África contra la dinastía Fatimí. Sin embargo, el vacío de poder dejado a la muerte de Almanzor provocará una lucha por el poder e inestabilidad que dará al traste en el año 1031.

· En el plano económico, el califato tenía una capacidad económica bastante acentuada. Esto se debía al dinamismo comercial, dados los grandes puertos que tenían en el territorio; (Barcelona, Valencia, Cádiz...) una industria artesana muy desarrollada y técnicas agrícolas muy avanzadas a las del resto del mundo conocido. (introducción del regadío y de numerosos productos provenientes del norte de África y de Oriente Próximo) También cabe destacar el acuñamiento del dinar como moneda oficial, que facilitó el desarrollo del comercio y, por tanto, de la economía.

· En el plano social, Al-Ándalus en época del Califato se componía de una masa muy heterogénea. Concretamente, convivían cristianos, judíos y musulmanes. Había tres grupos de musulmanes: los árabes que se correspondían con las élites, los bereberes provenientes del norte de África y los muladíes, cristianos convertidos al islam. Los cristianos se organizaban en barrios fuera de las murallas y los judíos en juderías a veces amuralladas. En contra de lo que mucha gente pudiera pensar, convivían en armonía en muchas ocasiones ya que eran considerados gentes del libro.

· En el plano territorial, podemos destacar como a nivel interno se dividían en Coras, concretamente en 6. (tres fronterizas y tres al sur) La extensión en la península era amplia, ya que la ocupaba casi en su totalidad, dejando algunos núcleos en el cantábrico y pirineos.

· En el plano cultural, es notable la huella que deja en nosotros avances en matemáticas, filosofía, (Averroes y Maimónides) astronomía, etc... así como en el plano artístico, en el que se ve reflejado el poder del Califato en aquel momento (mezquita de Córdoba, palacio de Medina Azahara...)

En definitiva, la inestabilidad acaecida en los últimos años del Califato dará lugar a su desaparición en 1031, con la desintegración en reinos de taifas, que a la postre darían al traste con el esplendor musulmán en la península. Tras diversos avatares de un territorio venido a menos, el 2 de enero de 1492 se rinde el último bastión musulmán, el reino Nazarí de Granada.



Estrabón

Estrabón, fue un geógrafo e historiador griego conocido principalmente por su obra Geografía.

Geografía es una obra extensa de Estrabón, compuesta en 17 volúmenes, y puede ser considerada como una enciclopedia que reúne todos los conocimientos geográficos de la época y en la que puede verse como se compone el mundo en torno a Grecia.

Fue un gran viajero que, aprovechando la paz romana, recorrió casi todas las tierras de la ecúneme, llegando a Armenia en oriente, hasta Cerdeña en occidente, y desde el Mar Euxino (Mar Negro) en el norte hasta los límites de Etiopía en el sur. Recorrió el Nilo hasta Asuánen una expedición dirigida por Elio Galo, prefecto romano de Egipto.

De él se conservan únicamente algunos fragmentos de su trabajo histórico, sus Memorias históricas, en 43 libros, complemento de la historia del griego Polibio. En cambio sí se recoge casi por completo su magna obra Geografica (Geografía), la cual se fecha entre los años 29a.C., en que da comienzo su periplo, hasta el año 7. Consta de 17 volúmenes de una descripción detallada del mundo tal como se conoció en la antigüedad y poseen un gran valor, sobre todo como informe, por sus propias y extensas observaciones. Interesa señalar que el tercero de ellos lo dedica a Iberia y lo que en él se dice fue recopilado de otras fuentes, sobre todo de Posidonio, ya que Estrabón nunca estuvo en la Península Ibérica. Como geógrafo descriptivo rechazó la obra de los geógrafos matemáticos como Eratóstene de Cirene o Hiparco de Cinea por su carácter puramente astronómico o cartográfico. Esto le llevó a una despreocupación por las causas físicas de los fenómenos naturales, centrándose en los aspectos humanos, la historia y los mitos para componer un retrato de las gentes y los países que estudiaba.