lunes, 6 de febrero de 2012

La proyección exterior de los RRCC: política italiana y norteafricana.

El mediterráneo se había convertido en un ámbito internacional de interés para la corona de Aragón desde la incorporación de Sicilia. (allá por el 1282) Esta corona tenía un gran interés en el comercio y el mediterráneo era su máxima expresión. Tal y como reconocería Pierre Vilar en su libro "Historia de España", el carácter mediterráneo de la Corona de Aragón dota a ésta de un interés meramente económico, más allá del político, representado en Castilla.

Pues bien, Castilla también tenía intereses mediterráneos, concretamente en el sector magrebí del norte de África. El contexto en el que se incluye esto es claro: Castilla tenía calmados a los musulmanes de la península (hasta la pagaban parias por mantener su territorio) y la "Reconquista" había sido todo un éxito: los musulmanes peninsulares, los nazaríes, habían quedado arrinconados tras el Sistema Penibético. Por tanto, esto favorece la proyección exterior: la concepción de que la Tierra no era redonda limitaba las oportunidades en el Atlántico, por lo que ésto acentuaba los intereses mediterráneos de Castilla. Su industria y ganadería boyantes se veían limitadas en su porción de territorio.

Ya a fines del siglo XV, tras la crisis demográfica de los siglos XIII y XIV y luchas civiles por la sucesión al trono en Castilla entre Juana de Castilla e Isabel, llega al poder esta última y contrae matrimonio con el Rey de Aragón: Fernando de Antequera. Esto conlleva únicamente una unión dinástica, es decir, cada reino tenía sus propias leyes e instituciones e incluso aduanas entre los reinos, nada que ver con la visión que se tiene hoy en día de España.

La política exterior de los RRCC va a ser muy activa y se va a fundamentar sobre tres pilares: una diplomacia ágil con embajadores en los principales reinos, la creación de un ejército permanente y en aumento (los famosos Tercios) y una política matrimonial de alianzas, todo ello con el objetivo último de aislar a Francia.

Castilla y Francia siempre habían puesto sus miras en la península itálica, lo que provocará un enfrentamiento entre ellos. Francia, buscaba la neutralidad de Aragón en la conquista de de Nápoles. Para ellos le entrega el Rosellón y la Cerdaña a Aragón. Fernando, regente de Castilla y rey de Aragón, envía un ejército conjunto con el del Papa y el duque de Milán para conquistar Nápoles. Días después conquista Nápoles y los franceses no se rinden: invaden Milán y obligan a repartirse Nápoles. Fernando no acepta esto y vuelve a declarar la guerra a Francia y se proclama vencedora. Ésto en cuanto al plano italiano.

En el plano del norte de África, tras la conquista del reino nazarí de Granada, último bastión musulmán en la península ibérica, los castellanos conquistan algunas plazas como Argel, Orán (1509), Melilla, Bugía, etc... para contener la piratería y los ataques turcos y bereberes. Digamos que tenían una función defensiva aunque no se puede negar que también aúlica, es decir, la conquista traía un prestigio bajo el brazo.

A modo de conclusión, la política exterior de los RRCC, llevada a cabo por distintas vías, fue bastante activa y tuvo un balance positivo, además de una enorme trascendencia política posterior en el devenir de España. Se puede decir que ponen las bases para la construcción de un Imperio que se extendería hasta el siglo XVII.



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