lunes, 28 de noviembre de 2011

La España del S.XVI.

Es difícil comprender el S XVI español sin tener en cuenta la compleja situación europea. Hay que empezar por oriente, donde se alzaba el poderoso Imperio Turco que controlaba la zona central y oriental del Mediterráneo, dominando también el litoral norte africano hasta Gibraltar. Eran más de 30 millones de personas y tenía una burocracia eficaz y un excelente funcionamiento administrativo.


Lo gobernaba en esta época Solimán II, llamado en occidente “El Magnífico”.

En centro Europa existía un variado territorio denominado Sacro Imperio Romano Germánico. Los príncipes consideraban sus estados como propiedad privada, aunque algunos intentaban unirse entre sí. Al principio del siglo presidía el imperio Maximiliano I de Austria de la dinastía de los Habsburgo.


Francia era un estado muy poderoso que rivalizaba con España por la hegemonía europea. Reinaba Francisco I.


Los Países Bajos comprendían 12 provincias, era la zona más desarrollada de Europa junto con el norte de Italia. El feudalismo había desaparecido y los ciudadanos disfrutaban de gran libertad en un clima favorable para los negocios dentro de la teoría mercantilista. El mercantilismo consideraba que la riqueza monetaria debía ser el primer objetivo de la política tanto personal como de cualquier Estado.


El imperio de Carlos V. Conflictos internos. Comunidades y Germanías.8.1.EL IMPERIO DE CARLOS V. CONFLICTOS INTERNOS. COMUNIDADES Y GERMANÍAS

Nace en Flandes en 1500, hijo de Juana I de Castilla (hija de los RRCC) y Felipe de Habsburgo (hijo de Maximiliano I de Austria, Emperador Sacro Imperio Románico Germánico y de María de Borgoña).


El poder de Carlos I fue fruto de la herencia recibida de sus abuelos:

  • Por vía materna, asumió las coronas de Castilla y Aragón, además de las posesiones de estos reinos en Italia, el Mediterráneo y América, y derechos sucesorios en los tronos inglés y portugués.

  • Como legado paterno, Carlos dominó Flandes, el Franco Condado, Charolais y Luxemburgo; además, se situó en la línea sucesoria al trono del Sacro Imperio Romano Germánico. Teniendo, así, Carlos, derechos sobre la corona imperial.


En 1516 viaja a España para hacerse cargo de las coronas de Castilla (Regente) y de Aragón (Rey). En 1517 desembarcó en Asturias procedente de Flandes. Fue recibido con recelo en Castilla, sólo habla francés, no conoce nada de sus súbditos y viaja rodeado de nobles flamencos.


Se dirigió a Alemania para presentar su candidatura en la Dieta imperial, tras el fallecimiento de su abuelo Maximilano de Habsburgo.

La regencia en España fue ocupada por el holandés Adriano de Utrecht lo que terminó de despertar recelos en:


  • En 1521 estalló la revuelta comunera, quienes reivindicaron el reconocimiento de los poderes municipales y la devolución al trono de Juana I. Fue apoyada por la nobleza debido al miedo que les provocó el riesgo de perder sus privilegios. Los comuneros fueron derrotados en Villalar y sus principales líderes, Juan Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado fueron ejecutados, reafirmando así, el absolutismo.

  • En 1521 estalló en Valencia una revuelta antiseñorial conocida como las germanías. El abandono de la ciudad por las autoridades, ante un brote de peste, provocó que los representantes de la burguesía se sublevaran; tras un inicial triunfo en Gandía en 1521 el movimiento agermanado fue derrotado por el virrey.


El fracaso de estos movimientos fortaleció el poder real, pues eliminó la capacidad de intervención municipal y consolidó la alianza entre el monarca y la nobleza.


Carlos I fue elegido emperador en 1520, con el título de Carlos V. Tuvo que hacer frente a una serie de conflictos con:


  • El mundo musulmán, se enfrentó por el control del Mediterráneo.

  • Francia, gobernada por Francisco I ocupó el Milanesado. Los franceses fueron derrotados en Pavía y Francisco I fue hecho prisionero. Una vez liberado, buscó el apoyo del papa Clemente VII, lo que provocó el saqueo de Roma. Los triunfos de las tropas imperiales propiciaron la firma de la Paz de Cambrai.

  • Solimán mantuvo victorias y derrotas.

  • Príncipes alemanes: defender la ortodoxia católica frente la tesis de Lutero.


En 1517, Lutero inició la Reforma protestante, se abrió un conflicto religioso y político en el Imperio.


Carlos V, lleno de ideas erasmistas, buscó una solución diplomática convocando sucesivas dietas en Espira o Augsburgo, o celebrando el Concilio de Trento.


Al morir Lutero y Francisco I, y luego por la intransigencia de los príncipes protestantes, Carlos V decidió actuar. Pareció resolver el conflicto, pero los protestantes siguieron resistiendo.


Finalmente, en 1556 cedió la corona imperial a su hermano Fernando y abdicó como rey peninsular en su hijo Felipe. Se retiró a Yuste, Cáceres, donde falleció en 1558.



Pablo Ruiz Camacho

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